jueves, 20 de noviembre de 2014

este silencio esta lleno de voces que gritan

Echo de menos muchas mas cosas de las que me puedo permitir, y es un infierno. Porque ya no puedo tenerlas, y aun así las sigo queriendo de una manera casi enfermiza. Sigo esperando a que crucen esa puerta que separa mi propio invierno del mundo exterior, y que vuelvan a traer la primavera. Para que quizás entonces, pueda volver a reír. Todo se ha quedado vació ahora, y entonces me rompo, mas si cabe, en la misma habitación envuelta en el eco de mis gritos pidiendo desesperadamente que alguien venga, y me ayude, que me saque de esta oscuridad vacía y absoluta en la que me estoy desangrando sin que nadie se de cuenta. Todo esta tan oscuro que no puedo distinguir con claridad ningún matiz, no se lo que me gusta, lo que no, lo que quiero ni lo que odio. Esa soy ahora, un montón de cosas, de detalles, de matices, de colores, heridas, sensaciones, sentimientos, recuerdos, miedos, que ya no encajan. Que ya no pueden convivir en un mismo lugar. Como un puzzle del que se pierden las piezas y ya no puedes hacer. Y todas estas voces están gritando tan alto que ya no entiendo mis propios pensamientos. Y mucho menos lo que siento. Tengo que empezarlo todo de nuevo, y no soy capaz. Tengo que construirme de la nada, y aprender a sobrevivir otra vez sin todas esas piezas que no dejo de necesitar, sin todas esas mentiras camufladas en promesas que me sostenían. Tengo que hacerlo todo de nuevo, inventarme, y no soy capaz. Estoy tan cansada que no quiero volver a empezar. Ni volver a confiar en dejar que me lleven hacia el cielo para dejarme caer otra vez, y ojala nadie mas lo haga. No creo que pueda soportar otra ruptura, otra perdida, otra pieza perdida. Y que se me rompa mas el alma, que esta destrozada y ya no sabe ni quien es. Estoy muy enfadada y confundida, y furiosa, pero no se porque, no se exactamente que es lo que ha pasado, ni como he llegado hasta aquí. Hace mucho tiempo que ya no entiendo nada, soy incapaz de sumar dos y dos, ya nada tiene sentido y solo quiero dormir durante mil días. Y dejar de comer, de respirar, de sentir, de vivir.

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