lunes, 1 de septiembre de 2014

Secretos de medianoche.

Pero nunca viniste. Te espere durante mil vidas y te busque en todos las estrellas que aparecían en mi camino con la esperanza de encontrar nuestro infinito perdido. Pero nunca viniste. Estuve gritando tu nombre durante meses y segundos y minutos que se perdieron en un universo desconocido. Ojalá hubieras venido para haberte podido contar todas aquellas historias que no podia contarle a nadie más. Pero supongo que tu andabas siempre muy ocupado, con todas esas historias que me moría por escuchar. Supongo que ya no vale de nada lamentarse, pero como te echo de menos. Como echó de menos tu manos dibujando corazones en mi espalda, y las mías acariciandote la piel hasta que te quedabas dormido. Estaba llamándote y ojalá hubieras venido. Pero ya no me importa. Ahora todo me parece mucho más seguro que las tablas mal colocadas chochando contra el oleaje sobre las que nos sosteníamos. A veces pienso que no ha pasado el tiempo y revivo aquella noche como sí fuera la última noche de mi vida. O quizás sólo fue la primera. Otra manera de empezar y entender que ,muy a mi pesar, ya no me harías falta. Porque ya no me la haces. Ni las fotos, ni los mensajes, ni las cartas que con tanta cobardía me escribiste. Ya no me haces falta. Porque nunca volviste. Yo te espere y te espere y nunca me canse de esperarte y tu nunca regresaste ni si quiera a comprobar si estaba respirando. Tus palabras se desvanecieron como papel en el agua y ya no recuerdo nada de ti que me haga suspirar. Al final si que nos cansamos. Yo de esperarte y tu de huir. Y ya no me importa donde quiera que te escondas. Sólo escribo esto a la noche, como todo, para desahogarme y para que el mundo sepa que puede volver a llover. Nunca viniste. Y no hay nada de mi que yo valla a regalarte a ti, o a tus palabras llenas de mentiras. Pero cuanto te quise. Cuantos versos y papeles y lágrima y suspiros y llantos y decepciones malgastadas que ya nunca voy a poder recuperar. Cuantos trozos de mi te llevaste que me gustaría volver a tener conmigo. Ojalá me hubieras escogido a mi. Pero no. Y te perdiste la maravillosa vida que guardaba para ti y que ya no te dará nadie.

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