jueves, 30 de enero de 2014

«cuándo las canciones hablan de ti, de nosotros y lo que fuimos»

Que complicado es hablar del amor cuando ya se ha perdido. Me pregunto que se hace cuando lo has perdido todo, cuando los recuerdos se han borrado y los trozos que quedaban de las historias han desaparecido. Que difícil es hablar de amor, incluso cuando se siente. Recuerdo la manera casi absurda de sentirme totalmente feliz, sin motivos ni porque. La estúpida sensación de que todo es posible. No se si alguna vez lo ha sentido alguien mas, la sensación de estar bien, completamente bien. Sin motivos. Hay un montón de piezas que me faltan, tengo el corazón lleno de heridas que no se pueden curar, que no van a desaparecer. Heridas que cuando pensé que ya no sangrarían, que solo estaban de recuerdo, vuelven a escocer. Como si en vez de años desde aquellos finales, hubieran pasado días. Todos los recuerdos en fotos y cartas han sido quemadas por el tiempo, me ha salido piel nueva sobre la que un día acariciaron sus manos, mi pelo ha sido cortado, teñido y peinado tantas veces como grietas tengo, y aun duele. Aun aprieta en el pecho el recuerdo de los días, de las palabras. Nunca creí en el amor, nunca creí en esa gilipollez soberana del destino, pero cuando le vi por primera vez... ni si quiera puedo describirlo. Se lo llevaron todo con ellos, las personas que se marcharon, se lo llevaron todo. Y ahora, años, meses, minutos después, quedo yo, enfrente de las tres fotos contadas que me quedan de sus sonrisas, de canciones que no paran de sonar y de frases que se repiten en mi cabeza en un eco constante y agonizante. Nunca quise que mi vida acabara así, me equivoque en todo porque tomé todas las malas decisiones una y otra vez, y al final estoy vacía. No me queda nada. No tengo nada que sentir. Me he quedado estacada en un espacio-tiempo que ya no existe, en historias que jamas ocurrieron pero que todas terminaron. No siento nada. Y incluso aun, lo echo de menos con furia. Con ansia. He consumido todas mis oportunidades, jamas podré volver a querer a nadie porque ya no tengo nada para quererlo, ya he enamorado cada parte de mi y se ha roto en el proceso de querer ser salvada, y ya no puedo salvar nada, todo dentro de mi es oscuridad y cristal. No merezco ser amada, y aun con furia y egoísmo, siempre estaré echándolo de menos.

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