sábado, 23 de junio de 2012

Soy una mala chica y me da igual el resto.

Supongo que a todos aquellos que estudien ética, o filosofía, les habrán enseñado que las buenas acciones son las que sirven para algo en esta vida. Que hay que ser una buena persona, tratar a los demás bien para que ellos te traten bien a ti, y no utilizar a la gente. Yo no opino lo mismo. Cuando eres una buena persona, te dan tantas patadas en el culo que te dejan marca, te pisotean, te tratas como si no importaras y la verdad es que no lo haces. Eres la tonta que confía. La que siempre pierde. Sin embargo, cuando eres una mala persona todo el mundo te respeta, quizás por miedo o por cobardía, quizás simple respeto, pero nadie se ríe y los que lo intentan aprenden la lección, nadie te subestima. Cuando haces una buena acción, nadie lo tiene en cuenta, el mundo no esta pendiente de la clase de personas que hacen cosas buenas, te olvidan en un momento, pero cuando haces una mala acción, te recuerdan, se graban tu nombre por si acaso vuelves a aparecer, y ya puedes hacer algo bueno después, que siempre seras la chica de la mala acción.
Por eso el mundo recuerda solo a las chicas que se portan mal, porque hay gente que ha nacido para quedarse abajo y otras para hacerse notar. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario