miércoles, 27 de junio de 2012

Lo que se aprende del tiempo.

Nada es para siempre, al final, todo acaba pasando. La comida caduca, las flores mueren, el sol se marcha y la pintura se desgasta. Hasta las cosas que nos pueden parecer eternas se oxidan. Se mueren en silencio. Lo que al principio era interesante y nos atraía, nos acaba cansando. Nos cansamos de como somos. De nuestro pasado, de nuestras decisiones.
Nuestro pasado nos persigue, ya que todos tenemos uno, nos hace pensar que nos equivocamos, que lo hicimos mal, que no merecemos nada, pero no es así.
Hay que perdonar. Y perdonarse a uno mismo por las cosa que hicimos.
Seguir hacia delante. Nadie puede seguir mirando hacia atrás en cada paso, pero si se puede cerrar el libro.
Hay que continuar y olvidar lo que hicimos mal.
Arriesgarse. Respirar. Llorar de alegría, de pena. Abandonar. Volver a empezar, sin mirar atrás.
Me quede con las ganas de decirte que te iba a echar de menos. 

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