jueves, 13 de junio de 2013
Y luego están ésas personas, aquellas que huyen lo más lejos posible para no tener que verse a sí mismos.
Nada esta bien. Me siento jodidamente sola, a pesar de tener amigos. Tengo miedo a perder a las tres o cuatro personas con las que realmente puedo contar, y me siento como si no tuviera a nadie porque nadie me entiende. Nadie entiende lo que es vivir bajo mi piel. No me quiero, no me gusto, no me acepto y a nadie le importa. Desearía ser otra persona, mirarme al espejo sintiéndome orgullosa y tener ganas de comerme el mundo. Me gustaría no odiarme. Desearía tener otra vida, creo que si pudiera abrirme la piel y escapar de este cuerpo y de esta vida, todo iría mejor. Escapar es como un sueño. Tengo tantas ganas de apagar que me consume. Estoy en llamas, en ruinas, me voy haciendo pedazos un poco mas cada vez. No ir tropezando, es toda una vida en el suelo. Siendo arrastrada. No tengo ganas de nada y las fuerzas se me van porque todo lo malo se junta y se multiplica bajo las sabanas cada día.Tengo ganas de chillar a todo el mundo, de escupir continuamente. Me siento impotente. Destrozada. Mis sueños no se cumplen, mis deseos acaban reducidos a una nada. Al final todo acaba siendo mentira. Mi madre no me entiende, se limita a decirme lo que hago mal y estamos siempre sentadas al rededor del mismo vacío. Necesito un abrazo, alguien que me necesite. Tengo ganas de dejarme llevar por mis demonios interiores y abandonarme. Quiero salir corriendo. No hay nada que me motive, que me empuje a seguir adelante. Las voces de mi cabeza se multiplican. Jamas seré lo suficientemente buena para mi misma. Ojala fuera otra persona.
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