lunes, 31 de marzo de 2014

'Le habían dado el mundo solo para perder todas las cosas en él una por una.'

Debí de haber gritado cuando tuve la oportunidad, pero bajé la cabeza y me calle las cosas que tenia que decir por miedo de perder, y al final he acabado perdiendo incluso mas. Aun sigo sin creerme que todo este desorden de mi alrededor sea el desastre que ha quedado de mi vida. Hay demasiadas cosas oprimiéndome la cabeza, y a veces el pecho, que están peleando por salir y desgarrarme desde el interior, mas si cabe. No se como alguien puede seguir rompiéndose cuando ya esta destrozado. Dicen que después de la tormenta viene la calma, pero me he dado cuenta de que no existe calma posible después de un huracán. Ya no encuentro la diferencia entre las cosas que son verdad y las que quise creerme, no se si estoy sentada en el borde del abismo, o hace mucho tiempo que me caí y tan solo he estado evitando el momento en el que me doy cuenta de que me rendí hace mucho tiempo, y me asusta admitirlo. No puedo deshacerme de la sensación de un día fui una persona de carne y hueso que amó por encima de cualquier otra cosa, y sin embargo ya no queda nada, ni si quiera de mi misma. Me he convertido en un fantasma de mi propia vida, llena de caricias y cicatrices que me enseñaron y me mataron al mismo tiempo. Es agotador odiarse tantísimo a uno mismo y estoy cansada de inventarme excusas para no dejarme ir por completo. Ya no hay ningún sitio a donde yo pertenezca, no hay ningún sitio al que pueda volver a refugiarme cuando estoy tan asustada que no puedo dormir, y no existe ningún lugar al que pueda avanzar. Me forcé a creer porque se supone que era lo correcto, y no conseguí nada mas que despedidas. Me obligue a sentir y al final he acabado volviendo a esas costumbres que tantos dolores de cabeza me trajeron. A perderme en botellas de alcohol y a dejarme los trozos que me quedan de alma en labios que ni si quiera puedo recordar. Acabe por encerrarme en los servicios y dejar a mis demonios hacer el resto. Supongo que cada uno es quien es y hay cosas que nunca podemos cambiar, pero al menos ahora ya no tengo que fingir que todo va bien, porque eso era una agonía de las grandes. Ni si quiera quiero ayuda. Me he dado cuenta de que hay personas que no pueden arreglarse, ni con amor, ni con batallas. Cada estúpida frase que repetí doscientas veces pensando en que mantendría a mis demonios alejados, no sirvieron para nada, y me di cuenta de que estas rota no me hace fuerte, me hacia heridas, heridas que aun a día de hoy siguen sin cicatrizar. Al final acabe por rendirme, deje de luchar contra mis demonios y ahora estamos en el mismo lado, y quizás por eso estoy tan convencida de que no queda nada, porque me conozco lo suficiente para saber que no voy a luchar. Y por mucho que este llorando y sangrando, me merezco este final, merezco cada cosa mala que me ha pasado, porque me convertí en el peor de los monstruos y cometí errores de los que no puedo escapar, tropecé en las mismas piedras noche tras noche y no puedo arreglar tanto daño. Quizás esa es la peor parte, saber que jamas merecí nada mejor a esto y aun así desearlo con un ansia abrumadora.
Jamas pude entender como alguien puede estar tan destrozado y seguir caminando, respirando o fingiendo.

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