
Mismas tardes solas y ahora por fortuna, lluviosas. Que mierda es vivir entre abismos y silencios, esperando a que la oscuridad se apodere de todo cuando te queda, que a veces es nada; y manteniendo la esperanza en un final feliz. Aun que de eso ya no quede. Pero hoy no tengo ganas de gritarle a la nada ni romper a nadie. Porque ya no cicatrizo, mas bien estoy creando piel sobre la ya cortada, y no se que esperar. Ni de mi, ni del mundo, que sigue empeñado en que no salga a la superficie. O quizás soy yo misma, que estoy agotada. Y jodida hasta las trancas. Evito esas miradas con peligro de que se me queden estancadas y nadie sabe que mi corazón ya esta roto, como todo lo demás. Muchos malos finales que ya no puedo cambiar, e historias que no quise ver acabadas. Yo, y mi vida descompuesta de principio a fin es todo lo que queda ahora. Estoy confundida entre recuerdos y mentiras, ya no se que parte es verdad de ciertas cosas y cuales quise creerme. Y se supone que debo de continuar pero ¿hacia donde ir?. Y la verdad es que ya no se ni que escribir porque siempre es lo mismo, yo que suelto parrafadas al papel porque se que no va ha quejarse, ni traicionarme; y siempre son las mismas idas de cabeza contra las que no puedo luchar. Que frío es el otoño, y que helado sera el invierno, que se me quedará estancado entre costillas, escarchando mis sentimientos ahora en un continuo vaivén. Estoy perdiendo todo lo que soy, no se como ni porque, es absurdo preguntarse cosas que nadie va ha responder. Quien sabe, quizás alguna día vuelva a vivir pero ya no será mañana. Puede que otra época, otra vida, y sin duda,
otra persona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario