martes, 27 de agosto de 2013

Gritando desde lo silencios.

Jamas tuve nada en mis manos que halla acabado intacto. Que mierda. Siempre tuve ganas de gritar por muy callada que estuviese. Al final siempre es la misma rutina, días que transcurren entre libros y noches de fin de semana eternizadas. El amor, siempre ahogado en vasos de tequila siempre testigo de todos mis putos fracasos. Lo que hubiera dado porque te quedaras a explicarme tantos porqués que nunca fui capaz de comprender, por buscar una solución a todas las preguntas sin respuesta. Quien sabe, quizás mi vida hubiera sido vida, y no esta mierda en la que estoy metida. Soy un caso perdido, de esos que no tienen solución; una vez leí que hay personas que no pueden arreglarse y empiezo a pensar que es cierto, empiezo a creerme muchas cosas que antes me parecían simples parrafadas sin sentido. Dicen que hay cosas buenas en los vacíos y yo no veo una puta mierda. Esto comida por las oscuridad, y las gana de que todo acabe, siento que me estoy perdiendo del todo y que esta vez no hay ningún puto motivo, ni razones. Empiezo a acostumbrarme a no sentir nada y no se si eso es bueno. Me hice una yonky de la tristeza y supongo que nunca supere del todo el echo de quedarme sola. Me siento tan sola y rota, que duele. Estoy totalmente jodida y ya no tengo ni putas ganas de mentir. Supongo que la gente cambia irremediablemente y no hay nadie que pueda evitarlo. Esta vez tengo la puta corazonada de que todo sera diferente. Ojala quisiera tener ganas de luchar, pero la verdad es que no quiero. Solo quiero otro tequila.

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