martes, 28 de agosto de 2012
Un fragmento del cielo.
Y si ahora mismo cierro los ojos, te imagino revoloteando al rededor, como las mariposas revolotearon en mi estomago durante los meses que estuviste aquí. Vienen a mi recuerdos de esa época , recuerdos que por mas que he intentado mandar a la estación del olvido nunca cogen ese tren , y se quedan hay, esperando su momento para marcharse para siempre. Quizás si me concentre mucho aun pueda sentirte dentro del pecho, y jugar a imaginarme que tu también me estarás pensando en este momento, aunque se que no es asi, y volver a pintar en mi imaginacion fotos y paisajes que desterré con mis manos, pero ya no tengo fuerza para ello, ni tiempo. Empleé toda la fuerza que me quedaba en seguir adelante, sin importar el rumbo, coger un nuevo tren hacia un nuevo lugar, dejando todo lo que paso en donde debería estar, la memoria. No tengo fuerza para volver a tocar el cielo, y subir a tres metros, a ocho, para volver a caerme contra el suelo y tener que seguir como si nada hubiera pasado, tener que seguir caminando. Ya no creo en los cuentos, ni en las hadas ni las princesas, no tengo fuerza para soñar con castillos y besos mágicos, y eso que besos si que hay unos pocos, pero ya no tienen nada que ver con cuentos, o contigo. Hace mucho que deje de vivir de fantasías y ya no me queda tiempo para re-inventarnos una vez mas, así que me quedare callada, aplaudiéndote desde el silencio, porque soy y seré la admiradora mas grande de tu vida, y de ti.
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